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domingo, 1 de mayo de 2011

Indulto de Turquesa y Oro

 La tarde del 30 de Abril, un cielo azul con pequeñas nubes solitarias, la Real Maestranza de Sevilla vivió una de las mejores tardes recordadas desde hacia 45 años.

Arrojado, negro mulato, marcado con el 217 y unos 500 kilos de peso, fue el protagonista de la tarde donde el diestro José María Manzanares llevo a la cumbre a la ganadería de Núñez del Cuvillo.

Se dice que harán falta muchos años para poder repetir la faena de la tarde de ayer, una faena histórica en la Catedral del Toreo.

Bajo el son de la banda, de la tarde estrella y el bullicio de personas, comenzó el recital. Con unos cambios de manos ligados al pecho, la manera de torear, la manera de embestir, la bravura natural y la perfección, Arrojado seguía y seguía a un diestro con ganas de ser ovacionado. Este al cambiar su espada simulada por la real, el público comenzó a pedir el indulto a un toro, que se lo ganó con su suma perfección.

Pocas voces pidieron el indulto al principio, pero a medida que transcurría la faena, más personas se unían a la palabra escuchada hace 46 años en estas arenas de la Real Maestranza, "Indulto". Un indulto que se ganó Laborioso, del Marques de Albaserrada. Y Núñez del Cuvillo tras varias miradas a la presidencia, consiguió lo que una afición quería, el color naranja.

Pero si no era para poco el genio, siguió con su espectáculo en el sexto, un astado con buenas maneras, embistió desde los primeros compases, Campanito debía repetir el espectáculo demostrado por Arrojado, todo un paradigma de un toro bravo, donde el diestro dejaba la muleta muerta y Campanito la tomaba con una clase magistral. Este tuvo que ser matado por Manzanares, que con clase y perfección la estocada entró hasta la gamuza y le proclamaron con dos orejas más en su magnifica tarde.

Jose Maria se va de una tarde maravillosa con 4 orejas, una ovación y una salida espectacular por la puerta grande de la Real Maestranza de Sevilla, donde el propio torero comunicaba que ha sido todo un sueño que no se lo esperaba y que pudo torear con su alma, dando las gracias a la afición Sevillana.

La tarde del toreo de Sevilla, ayer fue una de las más especiales, donde la vida de Arrojado fue perdonada por un genio de la muleta. Es un argumento que debemos guardarnos en nuestra historia para seguir defendiendo una fiesta que amamos y que no podemos permitir que la prohiban.

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